Javier Castillo: «Voy a dejar el trabajo para centrarme en escribir»
Javier Castillo Economista y escritor. Tras vender 40.000 ejemplares por Internet de ‘El día que se perdió la cordura’, el economista malagueño publica su novela en papel y deja los números por las letras
Número 1 durante meses en Amazon, la editorial Suma de Letras no tardó en llamar a su puerta para publicar la novela en papel y Javier Castillo no se lo pensó. Ahora le urgen para que escriba la segunda, que ya tiene entre manos. «Voy a dejar el trabajo para centrarme en escribir», dice con la boca pequeña, pero convencido. Además, su vida ha dado un vuelco. Su primer libro en papel ha llegado al mismo tiempo que su paternidad. Yla felicidad se le nota en la cara.
Enhorabuena. ¿Cuando ha sido?
Pues hace apenas trece días. Es una niña preciosa. Mi vida ha cambiado por completo y me estoy planteando el futuro.
¿A qué se refiere?
Pues voy a dejar el trabajo de consultor de finanzas y centrarme en escribir.
Un paso difícil, supongo.
Desde luego, la paternidad me hace ir con pies de plomo. Además, el
tema de la novela es la capacidad de hacer cualquier cosa por tus hijos
y, por eso, lo he pensado tanto. Pero tampoco quiero dejar de
intentarlo. El jueves sale a la venta la novela y la editorial está
convencida del éxito. La respuesta de los lectores ya está siendo
increíble, lo que es un poco surrealista y extraño para mí.
¿Y cómo acaba un hombre de números escribiendo una novela?
Los cuentos siempre han sido mi hobby. Pero el mundo de la
consultaría no me dejaba mucho tiempo, por los que decidí aprovechar
esos 45 minutos de trayecto diario entre Fuengirola y Málaga para la
novela.
¿De verdad escribió esta novela en el Cercanías?
Sí. Tardé seis meses en planificarla. Y un año en escribirla. Y hay
un personaje, Steven, que es un pasajero del tren que siempre coincidía
con mi horario y que me ayudó para las descripciones físicas sin él
saberlo. No lo he vuelto a ver desde entonces, pero le mando un abrazo.
El éxito ya le dará para comprarse un coche, ¿no?
Sí, ya tengo uno, pero sigo viniendo a Málaga en tren. Me gusta ese trayecto porque me sirve para pensar.
¿Pero si se va a dedicar a escribir se buscará algo más que el tren?
Ya he montado mi oficina en casa y me he comprado un escritorio chulísimo en Ikea.
Hablando de Steven, este personaje tiene cada vez más peso en ‘El día que se perdió la cordura’.
Jacob es el personaje principal junto a Amanda, pero Steven es el
personaje más doloroso y que mas crece. Jacob habla en primera persona
en la novela y su narración es mi voz.
Espero que la novela no sea autobiográfica...
Es mi voz interior y hay alguna anécdota vital que he vivido, pero no he matado a nadie... todavía, ja, ja.
Pero es un poco perverso intentar que empaticemos con los asesinos...
En esta novela nada es lo que parece. Y todos tenemos dos mitades y
guardamos un lado malo, malísimo, que si lo desatamos es peligroso.
¿Ycomo surgió la historia?
Fue un sueño. Vi a un hombre desnudo por la calle, que llevaba la
cabeza de una mujer en la mano y que decía que faltaba un día para
Navidad.
Bueno, eso de que publicar en Internet y que una
editorial llame a tu puerta suena también a sueño hecho realidad. Pero
de los buenos.
Fue curioso porque Suma de Libros me contactó por Twitter. Fue un
viernes, les mandé el libro para leerlo y el lunes ya tenía una oferta.
Tenía otras editoriales, pero para este género Suma es la mejor.
¿Ypor qué ambientarla en EEUU?
Este tipo de ‘thriller’ tiene difícil encaje en España. El cine nos
lo sitúa siempre en escenarios americanos, así que recurrí a ellos.
¿Y usted ha estado en Quebec, Boston o Salt Lake?
No, nunca, pero sí los he visitado muchas veces con ‘Street view’.
Salvo el pueblo de Salt Lake que es inventado, todos los escenarios que
aparecen en la novela existen.
¿Y con el éxito va a volver a viajar a esos escenarios y personajes?
Las incógnitas de la novela están cerradas, pero sí tengo alguna
subtrama para abrir. En ello estoy y no sé sí será una segunda parte o
llegará a una trilogía. La editorial está convencida de que en papel va a
funcionar muy bien y quiere ya la continuación.
Un libro, una hija. ¿Le falta algo, no?
Claro, el árbol. Voy a buscar uno bonito y a plantarlo.Fuente: http://www.diariosur.es/culturas/libros/201701/31/javier-castillo-20170130213405.html