Hoy, tercera semana del mes de Marzo, volvemos a reabrir este espacio para realizar de forma virtual nuestra sesión semanal de club de lectura, debido a la situación de emergencia nacional provocada por la pandemia que estamos atravesando provocada por el virus covid-19. Continuaremos leyendo las páginas pactadas (que serán semanalmente marcadas a través whatsApp y para los/las que sois nuevo/a en este espacio, podréis ir desgranando el libro de forma que cada comentario nos haga tener una visión diferente tal y como ocurre en las sesiones presenciales. ¡Os animo a participar!
Saludos.
Isa Luque
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Buenos días a tod@
ResponderEliminarMi primera opinión acerca del llbro fue la siguiente
El libro me gusta mucho
A mí personalmente más que transmitirme las experiencias, los sentimientos y las viicisitudes de los personajes. Me transmite el cambio socioeconómico de la época esa que nos señala, un cambio que llega a los tuétano de las familias y transforma la vida y así los sentimientos de todos.
La muerte de la tierra como la habían conocido hasta entonces obviamente cambia el rumbo de sus vidas y de toda la sociedad.
Las descripciones son escenarios de lo que fue y no volverá. Magnífico .
Fases que me han contado mucho...
Página 33 Reverendo Chary : A veces el Espíritu me ilumina, pero no tengo nada sobre lo que predicar. Tengo vocación para conducir el rebaño, pero no tengo adonde llevarlo.
Página 48 - El Monstruo no es como los hombres, pero puede hace que los hombres hagan lo que el quiere
Página 47 nosotros nacimos aquí.... Nuestros Abuelos conquistaron éstas tierras.... sucesivo destierro por el poder.
Página 50/51 resumiendo estás páginas. Siempre. Ests mi opinión. La pérdida del ecosistema que realizaban las manos de los hombres domando a la indomita tierra amada y odiada pero lo más importante de su tierra amada....Es que la aman
Industrialización del campo / despoblación
Página 52 Diálogo entre el Tractorista y el Aparcero acerca de la tierra y la posesión 3 dólares..... buenísimo.
En fin llena de polvo y viajando hacia California...
'Las uvas de la ira' es una gran lectura para empezar.
ResponderEliminarRefleja la emigración, las duras condiciones en que los americanos tenían que sobrevivir en los años 30 y una descripción realmente perfecta del paisaje y otros muchos temas.
La familia Joad es especial y así nos lo refleja su autor. Digo especial porque se arriesgaban, no se venían abajo tan fácilmente y seguían para delante a pesar de todos y de todo, incluída la muerte.
Esta novela como dije ya en el club tiene mensaje, muchos tal vez según el lector, pero sin duda la reflexión, la lucha y la dignidad, son algunos de ellos.
Siguiendo la estela de la 'tierra prometida' esta familia siguen por los caminos asistiendo y viviendo en sus carnes todos los acontecimientos que le van ocurriendo ya sean personales o colectivos.
Esta novela desarrolla de forma superior: la empatía, el amor, el carácter, la comprensión, la amistad, la justicia, los valores... muchas grandes palabras que hoy por hoy nos vendría bien tener en mayor cantidad en nuestra sociedad.
Esta novela es un homenaje a ese espíritu incorruptible, sin olvidarnos de la necesaria esperanza que tiene que tener un ser humano para no autodestruirse nunca.
Personalmente, ya se ha convertido en uno de mis libros favoritos.
¿Y si la autodestrucción fue el único camino para renacer? ¿Y si el final fuera un nuevo principio?
EliminarPágina 428
ResponderEliminar"En los ojos de la gente se ve el fracaso. En sus almas se hinchan y maduran "Las Uvas de la Ira".
Historia dura que deja un regusto amargo en el alma del lector, al imaginar las miserías y penalidades que sufrieron tantas familias en su éxodo hacía la búsqueda de una forma de vida mejor.
La familia Joad sirve como ejemplo para describir a esas gentes que tuvieron que abandonar sus tierras y sus recuerdos , enterrando a sus seres queridos por el camino ,para emprender un viaje de miles de kilómetros buscando un trozo de tierra para cultivar o un trabajo para poder alimentar a sus familias y vivir con dignidad.
En medio de la familia Joad esta Madre, ese personaje anónimo sin ni siquiera un nombre propio , que es la columna que sujeta a todos los mienbros de la unidad familiar. Madre es fuerte. Tiene que serlo. Afronta las situaciones con temple y entereza. Siempre usa las palabras justas en el momento adecuado , saca fuerzas de flaqueza para no dejarse vencer por el llanto y la desesperación, al ver que no logran nada son su sacrificio. Solo encuentran a su alrededor muerte , hambre, misería y desolación.
Después de tantas penalidades , al llegar a California, se dan cuenta que la tierra prometida no existe. El poco trabajo que hay no da para malcomer. La llegada de las lluvias acentua aún más si cabe la falta de recursos. No les queda nada . No hay futuro para la familia Joad . Les han arrebatado su existencia y eso lo transmite el autor terminando el libro sin un final. Todo queda abierto,, como una premonición de que ,,,, quizás en un futuro ¿ pueda repetirse algo parecido?.......
Un saludo a todos y todas.
"...como una premonición de que, quizás en un futuro ¿pueda repetirse algo parecido?"
EliminarPues creo que sí, que lamentablemente tienes razón y que la repetición de hechos como el que describe la novela será inevitablemente mientras los protagonice el ser humano. La esperanza puede que esté en que sean otros los que en el futuro propaguen la vida inteligente y consciente por el universo. Esos seres que ya no serán humanos, habrán nacido de nuestro intelecto y nuestras habilidades, pero liberados del sufrimiento y la injusticia. Pero ¿puede existir la vida, la existencia mejor dicho, sea la que sea, sin sufrimiento e injusticia?
Impresiones personales sobre "Las Uvas de la Ira" de John Steinbeck
ResponderEliminarParte I
Cuando uno conoce y lee ciertos libros, de forma más o menos fortuita, comprende la trascendencia que la Lectura tiene en los procesos incesantes de construcción individual y en la formación de una visión personal de la Vida, sobre todo, en sus aspectos más trascendentes o fundamentales. Las Uvas de la Ira es, para mi, uno de ellos.
El relato, sin apenas saltos temporales, comienza serenamente con el incipiente viaje personal de Tom Joad que tras cerrar su particular período de penitencia vuelve a la casa familiar. Al llegar comienza a descubrir que lo que dejó ya no existe. Las tormentas de arena, la sequía y la ruin avaricia de las compañías propietarias de la tierra que pretenden hacerlas más rentables, provocan la expulsión de miles de familias de los campos donde habían nacido y trabajado, labrantíos que habían sufrido y amado durante varias generaciones. Así, apremiados por la necesidad y alentados por una pequeña esperanza en forma de cuartilla rosa, inician un viaje épico en busca de un jornal que les de comer.
Desde el inicio, las descripciones pormenorizadas, tanto de lo físico como de las sensaciones y reacciones de los personajes, unido al lenguaje sencillo y directo, provoca que el lector entre rápida e íntimamente a compartir, y progresivamente, según van sucediéndose los acontecimientos, empatizando con los personajes. Estos, definidos magníficamente a través de sus actos y mediante diálogos coherentes y precisos, son la armadura de la narración. Los personajes principales bien pueden simbolizar conceptos y valores generales, como, por citar algunos ejemplos el apego a la tierra de Marley Graves, la duda en la propia fe religiosa del predicador Casy, el arrepentimiento atormentado de John Joad, la revelación contra el abuso en Floyd Knowles o el descubrimiento de uno mismo de Tom Joad. Pero entre todos destaca el personaje de Madre, cuya denominación genérica acentúa su carácter simbólico. Es una figura cardinal en la novela, hacia donde todos gravitan engranados por valores que ella sostiene hasta en los momentos más aciagos y comprometidos: lealtad, dignidad, respeto o nobleza, son algunos. A estos valores añade una entereza de ánimo y una seguridad en sus actos que son guía y apoyo para el resto de los personajes y, en cierta manera, también para la lectora. (sigue en parte II)
Impresiones personales sobre las "Las Uvas de la Ira" de John Steimnbeck
ResponderEliminarParte II
El recorrido de la Ruta 66, cauce de las esperanzas y sueños de la familia Joad así como de muchos americanos de principios del siglo XX, está jalonado por capítulos donde John Steinbeck explica o describe las causas y procesos que ayudan al lector a contextualizar las vicisitudes de las gentes que por ella viajaban hacia California. En ellos podemos entender, por ejemplo, de que manera y en que condiciones realizaban el viaje, las formas irregulares de contratación de los trabajadores, los mecanismos mercantilistas de las compañías, las maniobras comerciales para alterar los precios y bajar los salarios o el rechazo social generalizado que van sufriendo en los lugares por donde pasan. En algunos de estos capítulos, de forma más o menos lírica, Steinbeck expone reflexiones o conclusiones generales sobre el sistema, algunas de alto carácter social y reivindicativo, o sobre el comportamiento humano: “...sabían que un hombre tan herido y tan perplejo es pasto fácil de la cólera, incluso contra las personas que más quiere”, “...extrañas cosas les suceden a los que huyen del terror, algunas amargas y crueles, y otras tan hermosas que la fe se renueva para siempre”.
El periplo de la familia Joad hacia el este norteamericano, es el Eterno Viaje del ser humano en la búsqueda de un tiempo y un lugar mejor. Pero en su caso es también la travesía por la mezquindad y la miseria del alma, por el abuso inmisericorde y la explotación descarnada, por el desamparo y la ignorancia, el miedo y el rechazo insensible; sus padecimientos se suceden sin solución de continuidad y el hambre y el cansancio son perennes compañeros de viaje. Los personajes, y el lector, sobrellevan esta andadura gracias al auxilio de la solidaridad entre ellos mismos y a la generosidad entre los que nada tienen, misteriosas acciones humanas. Aunque siempre, detrás de todo, siempre aparece el espontáneo y ancestral empuje de la supervivencia, que no hay más remedio que continuar, aferrados a la fe en la esperanza, porque la alternativa es fenecer.
Las Uvas de la Ira, el fruto engendrado por el abuso y la injusticia, es una novela reveladora, de lectura apasionada y exaltadora; no es gentil ni insustancial y por esto mismo no debería ser ni inofensiva ni inocua. Paulatinamente va acaparando nuestro ánimo, agitando inquietudes, irritando el espíritu, hasta completar la experiencia literaria de ser tocado en un lugar genuino con sentimientos lacerantes que estimulan reflexiones solemnes.
La novela concluye, pero no el viaje de la familia Joad, que ha ido desangrándose y desgranándose en el trayecto. No alcanzan un final liberador, ni el lector una conclusión esclarecedora. Contrapuesto en intensidad al comienzo de la historia, el camino les lleva a un punto de no retorno y sin esperanza. Y con una desconcertante escena, el lector, conturbado, puede inferir que todo ha llegado a su límite, que el último paso de su viaje ha sido cruzar la frontera hacia lo salvaje, hacia lo primitivo. La alegoría que cierra la novela deja al lector ante un interrogante que es a la vez certeza, que como la estatua de La Liberta medio enterrada en la orilla del mar, es a la vez pregunta y respuesta. Aunque quizás, mirando desde el otro lado, Steimberber nos dice que existe la esperanza revelándose contra el Creador y rehaciendo el Origen, donde ahora es el Hombre el que nace de la Mujer, de la hija que será Madre.