martes, 28 de noviembre de 2017

En el club del miércoles estamos leyendo... "El abuelo que saltó por la ventana y se largó"

No sólo de novela negra y películas detectivescas viven los suecos. La prueba, "El abuelo que saltó por la ventana y se largó", la adaptación del 'bestseller' de Jonas Jonasson, que se ha convertido en la película más taquillera de la historia del país, desbancando a "Millenium" de Stieg Larsson.
"La gente piensa que somos una sociedad negra, pero también hacemos comedias muy divertidas", asegura en una entrevista con Efe Félix Herngren, director de una cinta que, tras recaudar más de 16 millones de euros en Suecia (1,5 millones de espectadores), viajará por medio mundo, incluida España, adonde llegará el 11 de julio.





Con ecos de otras comedias de aventuras como "Forrest Gump" o "Big Fish", la historia del "abuelo" arranca cuando Allan Karlsson, a punto de cumplir 100 años y encerrado en una residencia, salta literalmente por la venta de su habitación y se escapa.
 
Las cosas se complican cuando, de forma accidental, Allan se lleva una maleta perteneciente a una banda criminal que tratará por todos los medios de recuperarla. La situación, pese a todo, no hace perder los nervios a un hombre que ha conocido a Stalin, Franco o Gorvachov y ha participado en la fabricación de la bomba atómica.
Resultado de imagen de el abuelo que saltó por la ventana y se largó "Es cierto que la novela tiene similitudes con Forrest Gump, pero he intentado alejarme en lo posible de esa referencia", señala Herngren, que aquí afronta su tercera comedia para la gran pantalla, aunque también cuenta con una larga experiencia en televisión, siempre en el terreno del humor.
"A veces el humor es una cuestión muy local y resulta difícil viajar con él a otros países, pero no siempre. Almodóvar es un ejemplo, hace películas muy divertidas que se entienden en todo el mundo", señala.
En el caso de "El abuelo que saltó por la ventana y se largó, los principales temas que se tratan son universales: la historia mundial, la vejez y el paso del tiempo. Eso sí, está rodada en Suecia y con actores suecos, incluido el protagonista, Robert Gustafsson, que en realidad tiene 49 años".
Las peripecias de ese anciano aventurero y el tono "políticamente incorrecto" invitan al público a imaginar que es posible derrotar al tiempo y vivir una vida apasionante hasta el final. La filosofía del personaje se resume en una frase que él mismo repite a menudo: "las cosas son como son y así seguirán siendo".
"Cuando estábamos en medio del rodaje, que fue complicado, con jornadas muy largas, problemas con el tiempo o, con los actores, me animaba pensar en esa filosofía de Allan de disfrutar el presente y no preocuparse tanto del futuro y del pasado. La vida es más fácil si la tomas como viene", apunta Herngren.
"Todos tenemos miedo a envejecer y, especialmente en los países nórdicos, todo el mundo sueña con una vejez feliz, pero no suele ser así, la mayoría acaban en una residencia, solos. El hecho de que un viejo se escape de un asilo y viva esas aventuras es muy seductor", opina.
Con respecto al hecho de abordar una adaptación que ya había sido un éxito literario, con 1,1 millones de copias vendidas en Suecia y más de 6 millones en todo el mundo, Herngren insiste en que prefiere hacer un trabajo que genere expectativas a uno que no las suscite en absoluto.
"Lo que más me preocupaba es que le gustara al autor. Él no quería leer el guión, ni ver el material antes del montaje, se desentendió por completo. Los días previos al preestreno, cuando por fin la vio, no pegué ojo", cuenta.
"Su reacción inicial fue de choque, luego la volvió a ver y le pareció correcta y la tercera vez le gustó. Era complicado para él encajarlo pero está contento", concluye.

Fuente:  http://www.eldiario.es/cultura/abuelo-ventana-largo-demuestra-suecos_0_271923423.html

3 comentarios:

  1. En el “El abuelo que saltó por la ventana y se largó”, Jonas Jonasson inventa los primeros cien años de vida de una abuelo sin nietos que, sin planteamientos generales de vida y, orientado por un par de principios vitales básicos y su amor y deleite por el licor, llega a verse, bien por azares sorprendentes, bien por decisiones incomprensibles, como protagonista activo y relevante en muchos acontecimientos trascendentes de la historia del siglo XX y codeándose con personajes históricos principales de diferentes bondades humanas. Para contar la vida de Allan Emmanuel Karlsson se apoya argumentalmente en la narración paralela de su biografía y de su penúltima aventura, que inicia de forma gamberra, evadiéndose de su centésima fiesta de cumpleaños y arrastrando, como piedra rodando por un terraplén, a un coro de personajes estrambóticos y dispares en extremo — uno de ellos pesa más de 5 toneladas— en una disparatada sucesión de hechos fortuitos y aleatorios. El autor intercala entre los capítulos donde se cuenta la cómica carrera hacia ningún lado de Allan y sus compañeros, los episodios de su vida cronológicamente, hasta alcanzar el tiempo presente de dicha aventura. Ambas narraciones, tanto la biografía de Allan, personaje imprevisible e indolente, pero decidido y listo como el hambre, como el relato coral, un híbrido de comedia y novela policíaca, componen un surrealista cuento impregnado de una mezcla de la comicidad de El Guateque, La Vida de Bryan y Amanece que no es poco, por ejemplo. Divertida, por las hilarantes escenas que se producen o por las absurdas acciones de sus personajes, es tremendamente amena por las contantes expresiones y ocurrencias, inteligentemente irónicas o graciosamente sarcásticas, que provocan que su lectura se haga con una media sonrisa que en algunos momentos llega a la carcajada con lágrimas.



    Pero detrás del disparate divertido y la carcajada, que nos dejan una alegre sensación, podemos encontrar otra lectura crítica y provechosa para el ánimo. Y es que en ciertas ocasiones, al observar las evoluciones de nuestra contradictoria sociedad, nos invade una sensación de desasosiego moral, de inquietud intelectual, al vernos incapaces de entender, o simplemente explicar, ciertos hechos o comportamientos humanos, ya sean individuales o colectivos, sobre todo aquellos que no pueden identificarse de forma sencilla mediante los preceptos más básicos y universales de la ética. Excluyendo a las mentes preparadas y virtuosas, eso nos ocurre cuando en ellos vislumbramos algo de irracional o absurdo que nuestra razón rechaza casi de forma refleja o instintiva. Pero como el pensamiento humano se caracteriza por su tozudez, no desiste en explicarse de alguna manera posible, esos actos o acontecimientos sociales, contemporáneos o pasados, y busca algún recurso, alguna manera de tratarlos. Es entonces cuando recurre, a veces como única opción posible, a la ironía, al sarcasmo o a la sátira. Y no tanto para criticar o ridiculizar, sino para despojarlos de su seriedad, su trascendencia o su importancia y poder aplicarles el humor y la risa, asequibles a cualquier mente, esté o no cultivada, sea o no capaz. Esta novela, responde a esa necesidad de observar o explicar el comportamiento humano en el contexto de lo absurdo y lo jocoso para, de alguna manera, mitigar la perturbadora desazón de descubrir lo disparatado, lo insensato, lo necio y lo salvaje que puede haber en las conductas humanas que nos organizan o nos guían. Seguiremos sin comprender estas conductas y los hechos que producen, pero de esta manera, el intelecto encuentra una manera de los asimilarlos, resignadamente, y poder alejar la tentación de abandonarse porque, desde cierto punto de vista, todo puede ser un absurdo.

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  2. A pesar de las situaciones absurdas , en la mayoría de casos, que nos narra la historia de Allan y todos los personajes tan singulares que le han acompañado a lo largo de su agitada vida, A MI ME HA GUSTADO .
    Ha sido entretenido, divertido , ameno, interesante y ,porque no, muy instructivo. A lo largo de un siglo de la vida de Allan el autor ha intercalado muchos temas relacionados con grandes acontecimientos de la historia , tanto políticos como sociales y cada personaje o situación que iba describiendo tenía una función ; enlazar una aventura con otra y que todo encajara como si de un puzzle se tratara.¡Vaya existencia más longeva! y "como ha mantenido el tipo" hasta el final del libro.

    Hay un párrafo en la página 407 que me ha resultado muy emotivo y triste. Cuando lo llevan al asilo ,le imponen unas normas y lo tratan como si ya no sirviera para nada .
    Y eso, si es una realidad real en la mayoría de personas mayores.

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    1. Pues si, parece que en estos tiempos solo nos sirven de apoyo de las tareas domésticas o familiares, y en otros casos como recurso económico. Pero olvidamos que su experiencia de vida puede aún guiarnos u orientarnos por muy desfasados que los veamos en esta sociedad veloz y tecnificada.

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